Si se cuidan adecuadamente, se espera que la mayoría de las lentes duren al menos un año.

Las que no se utilizan deben almacenarse secas en un estuche limpio.

Esto depende del paciente. Las lentes esclerales están diseñadas para adaptarse a ojos irregulares
y enfermos, por lo que es importante evaluar la salud ocular a largo plazo mientras se usan lentes
esclerales.

Después de un período de adaptación inicial en el que se va aumentando gradualmente el tiempo
de uso, se pueden utilizar durante todo el día. Tenga en cuenta que cada persona es diferente y
no se deben utilizar lentes si resultan incómodas, dolorosas o si el ojo se enrojece o se irrita. En
última instancia, el tiempo de uso lo debe determinar usted y su contactólogo.

Si te colocas el lente y ves borroso o el lente resulta incómodo, es posible que tengas una burbuja
de aire atrapada debajo. A veces puedes ver la burbuja si te miras en el espejo, pero otras veces
no. Si crees que hay una burbuja, retira la lente y vuelve a colocarla.

La visión borrosa o nublada suele atribuirse a dos causas. En primer lugar, puede haber mucosidad
o residuos atrapados entre el lente y la córnea. Esto puede ocurrir cuando el lente no se alinea
correctamente con el ojo. En segundo lugar, la superficie frontal del lente puede no humedecerse
bien. Existen múltiples razones para esto, incluida la mala química de la película lagrimal, una
limpieza inadecuada o el deterioro de la superficie del lente. En rara ocasión, la visión borrosa
también puede ocurrir cuando la córnea se vuelve edematosa (hinchada). Si su visión sigue
nublada después de quitarse el lente, informe a su contactologo. Se recomienda consultar por
cualquier problema de visión borrosa o nublada.